Los investigadores creen que el sospechoso fue el autor material del homicidio de Josué Quispe Álbarez (40), también peruano; y que la mujer actuó como la presunta "entregadora".
Las detenciones se concretaron en una vivienda ubicada en la calle Malvinas Argentinas al 300, en el partido de Florencio Varela, al sur del conurbano, por personal de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Quilmes.
Fuentes policiales y judiciales aseguraron que las detenciones fueron requeridas por la fiscal de la causa, Ximena Santoro, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 7 quilmeña.
Según los informantes, el detenido Alexander Cardenas Acuña (27) está acusado de ser el autor material del crimen de Quispe Álbarez, quien recibió siete de los trece balazos que le dispararon el pasado 30 de agosto a la salida del hotel alojamiento "El Ruca".
En tanto, la mujer apresada, Camila Satrevater (20), está acusada de ser la entregadora, mientras que aún continúan prófugas otras dos personas.
A su vez, en el lugar del procedimiento se secuestraron un par de zapatillas color negra con vivos rosa, una campera color negra, una remera blanca con detalles en negro, cinco teléfonos celulares, 30 envoltorios de cocaína y 137 mil pesos en efectivo.
Mientras que en otro de los procedimientos llevados a cabo en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se incautaron otros dos celulares y una agenda con anotaciones.
"La víctima vendía droga. Le hacen el 'entre' un grupo de sicarios que operan en la Argentina y en Perú que están vinculados al narcotráfico. Con la complicidad de la detenida, lo esperaron a la salida del hotel, donde lo ejecutaron", relató una fuente del caso.
Las detenciones se efectuaron luego del análisis de las cámaras de seguridad y de las antenas que captaron la señal de los teléfonos celulares investigados.
Según explicó un investigador, la organización tenía base en el barrio porteño de Abasto y se acreditó que llevaron a cabo varios asesinatos en Perú bajo la modalidad sicaria.
Además, los investigadores se basaron en el chat de la aplicación de mensajería WhatsApp en la que se mencionó que habían llevado a cabo el crimen de Quispe Álbarez.
"Acá también al ´tatun´ le volé la cabeza", indicó uno de los mensajes enviados entre dos miembros de la organización sicaria.
"El ´Chino´ está escondido en una bóveda secreta que ni el FBI lo va a encontrar", le respondió otro de los sospechosos, de quien se reserva su identidad ya que la investigación continúa su curso.
El crimen de Quispe Álbarez ocurrió en la madrugada del 30 de agosto en el cruce de avenida Calchaquí y calle Bolivia, de Ezpeleta, frente al hotel alojamiento El Ruca.
Cuando efectivos del Comando de Patrullas llegaron al lugar, encontraron el cuerpo tirado y no hallaron rastros de la mujer que lo acompañaba, que según testigos se fue corriendo.
Rápidamente los agentes llamaron a una ambulancia del Sistema de Atención Médica de Emergencias (SAME) de Quilmes, quienes constataron que el joven estaba fallecido.
En el lugar del hecho se incautaron 13 vainas servidas calibre 9 milímetros, señalaron las fuentes.
Desde el inicio los investigadores descartaron la hipótesis del robo, ya que hallaron en los bolsillos del pantalón de la víctima 60 mil pesos, además de un reloj pulsera y cadenas de color plateadas.
Los voceros detallaron que en base a los resultados preliminares de la autopsia, Quispe, quien tenía antecedentes por robo, recibió un disparo en la espalda y cinco en la cabeza desde atrás y un séptimo en el pecho, que le efectuaron de frente.
Fuente: (Zona Sur Diario / Télam)
Mega Menu