La muerte del Papa Francisco, el argentino Jorge Mario Bergoglio, sacudió al mundo esta mañana. A los 88 años, el Santo Padre falleció a las 7:35 en su residencia de la Casa Santa Marta, según anunció el cardenal Kevin Joseph Farrell, camarlengo del Vaticano, desde la Plaza de San Pedro. Su partida, tras 12 años de un pontificado transformador, deja un vacío en la Iglesia Católica y en Argentina, su tierra natal, a la que nunca regresó como Sumo Pontífice.
Francisco, el primer Papa latinoamericano y jesuita, había enfrentado graves problemas de salud en los últimos meses. Internado durante 38 días en el Hospital Gemelli de Roma por una neumonía bilateral complicada por anemia y crisis respiratorias, su frágil estado no impidió que ofreciera la bendición Urbi et Orbi el pasado Domingo de Resurrección. Sin embargo, su corazón no resistió, y hoy el mundo llora al pastor que predicó la misericordia y la justicia social con una sencillez que lo hizo único.
Nacido en Buenos Aires en 1936, Bergoglio llevó su argentinidad al Vaticano: su amor por el tango, el mate y San Lorenzo de Almagro se mezclaban con su mensaje de cercanía a los más pobres. Sin embargo, su relación con Argentina durante su papado fue compleja. A pesar de las expectativas, nunca visitó su país natal tras ser elegido en 2013. “Siempre quiso venir, pero su salud fue el único obstáculo”, afirmó Nahuel Sotelo, secretario de Culto del gobierno argentino, en diálogo con Radio La Red. En su lugar, recibió en el Vaticano a presidentes como Cristina Fernández, Mauricio Macri y Alberto Fernández, manteniendo un perfil diplomático aunque con sintonía particular con los movimientos sociales y el peronismo.
Su relación con el actual presidente, Javier Milei, fue especialmente tensa. Durante la campaña electoral de 2023, Milei calificó a Francisco como “representante del maligno” y “jesuita que promueve el comunismo”, generando rechazo entre los católicos argentinos. Tras su victoria, el Papa lo llamó para felicitarlo, y en febrero de 2024 se reunieron en el Vaticano en un encuentro que buscó limar asperezas. Sin embargo, las críticas de Francisco a las políticas de ajuste de Milei, como su denuncia de la represión con gas pimienta a manifestantes, marcaron una distancia ideológica que nunca se cerró del todo. “En vez de pagar justicia social, pagó gas pimienta”, dijo el Papa en septiembre de 2024, según reportó El País.
Tras conocerse su fallecimiento, el gobierno argentino emitió un comunicado desde la Oficina del Presidente: “La Oficina del Presidente lamenta el fallecimiento del Papa Francisco, Jorge Mario Bergoglio, quien se convirtió en el año 2013 en el primer argentino en llegar a liderar la Iglesia Católica y conducirla con entrega y amor desde el Vaticano. La República Argentina, un país de larga tradición católica y tierra del Papa Francisco, lamenta profundamente la partida de Su Santidad y le envía sus condolencias a la familia Bergoglio. El Presidente Javier Milei destaca la incansable lucha del Papado de Francisco para proteger la vida desde la concepción, promover el diálogo interreligioso y acercar la vida espiritual y virtuosa a los más jóvenes. Requiem aeternam dona ei Domine.”
En un gesto de reconocimiento, el vocero presidencial Manuel Adorni anunció que el gobierno decretará siete días de duelo nacional para despedir al Sumo Pontífice. “El Presidente de la Nación decretará siete días de duelo por el fallecimiento del Santo Padre. Q.E.P.D.”, expresó Adorni en su cuenta de X. Por su parte, Milei compartió un mensaje personal: “Con profundo dolor me entero esta triste mañana que el Papa Francisco, Jorge Bergoglio, falleció hoy y ya se encuentra descansando en paz. A pesar de diferencias que hoy resultan menores, haber podido conocerlo en su bondad y sabiduría fue un verdadero honor para mí. Como Presidente, como argentino y, fundamentalmente, como un hombre de Fe, despido al Santo Padre y acompaño a todos los que hoy nos encontramos con esta triste noticia. QEPD.”
El Vaticano ha iniciado el periodo de Sede Vacante, con los ritos funerarios previstos para los próximos días y un cónclave que, en 15 a 20 días, elegirá al nuevo Papa. Mientras tanto, en Argentina, las iglesias se llenan de fieles que rezan por su hijo más ilustre. En Buenos Aires, donde fue arzobispo, y en Roma, donde fue Papa, las velas y las lágrimas acompañan el adiós a un hombre que, con su voz suave y su mensaje firme, intentó llevar la Iglesia a las periferias del mundo.
Fuente: (Zona Sur Diario)
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